lunes, 17 de marzo de 2008

Matanza y Desesperación: Irak, un ghetto posmoderno


Cinco años después de que las fuerzas del Eje del Bien encabezadas por Estados Unidos derrocaran a Sadam Husein, violando todo el derecho internacional vigente, Irak sigue siendo uno de los países más peligrosos del mundo en lo que se refiere no sólo a los derechos humanos sino a la calidad de vida de su población. La noticia toma actualidad gracias a tres informes, casi simultáneos, de Oxfam, la Cruz Roja Internacional y Amnesty Internacional. Esta catástrofe no tiene origenes naturales. La situación es racionalmente inducida, ya sea por desidia o por perversa planificación, por quién controla y domina como fuerza de ocupación su territorio, en este caso Estados Unidos y, en menor medida, el Reino Unido. No es el mero resultado mecánico de procesos geopolíticos, ni desajustes espaciales o de aptitudes enraízados en procesos ecológicos, menos aún el producto del ascenso del islamismo fundamentalista en nuevas "infraclases" analfabetas. Se trata, más bien, del producto de una transformación neocolonial violenta de la articulación política de los árabes (iraquíes), de las clases y del espacio geopolítico del Medio Oriente, tanto en el discurso público como en la realidad objetiva. Si Irak, el país árabe más avanzado y modernista de su época, es hoy un hyperguetto lo es por factores externos que reconfiguraron su territorio social y simbólico, avivaron una guerra civil étnico-religiosa, generaron dislocaciones sociales aberrantes (desempleo extremo, migraciones masivas, muertes prematuras, anomia social), hasta llegar a este estado de desesperación y muerte. Quienes han podido ver el documental nominado al Oscar 2007, "No End in Sight" de Charles Ferguson sabrán de qué hablamos. Una síntesis perversa de ineficacia, miopía geopolítica, ignorancia, ambición imperial y falta de escrúpulos (cuya figura emblemática es el Virrey Paul Bremer III) es la argamasa que fija los ladrillos del guetto iraquí desde 2003 hasta hoy. Con casi la misma lógica de los vergonzosos "Bantustanes" en la Sudáfrica boer o la que aplica hoy Israel en la Franja de Gaza, Irak se ha transformado en un gigantesco hyperghetto donde millones de iraquíes además de no poder salir carecen de la infraestructura mínima para sobrevivir: seguridad mínima, acceso a agua potable y a atención sanitaria. Un crisis que ya no es crisis sino un modo de convivencia forzado basado en la desesperación y la muerte más banal. El ghetto o gueto, es una palabra de origen italiana, del dialecto veneciano, que significaba fundición de hierro, por la fábrica alojada antiguamente en el barrio reservado a los judíos en la Venecia de Shylock. La lógica del ghetto era contener y encerrar territorialmente a grupos humanos diferentes (étnicos o religiosos) en una situación extrema, sin infraestructura apropiada y limitando sus desplazamientos. Se combina además los factores económicos, político e institucionales para que el guetto no tuviera autonomía, ni formas de reproducción y cambio. Una dinámica igual y ampliada a la que se aplica en Irak. La situación actual ha sido calificada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) como "una de las más graves situaciones humanitarias del mundo". El informe se centra en dos derechos básicos: el aceso al agua potable y a la salud. En ambos casos la situación es límite: "Actualmente, el sistema de salud iraquí está en peores condiciones que nunca en su historia". No hay médicos (han huído), no hay infraestructura, ni hay medicinas. Es un desastre sin antecedentes en la historia de Irak: no hay parteras, quedan apenas 10.000 médicos titulados y sólo hay 70.000 camas para veintiocho millones de habitantes. Sobre el acceso al agua el diagnóstico es similar: "Muchos iraquíes están obligados a abastecerse en fuentes de agua insalubres. Las consecuencias del crecimiento de la población, del alza de precios y de las precarias condiciones de seguridad se acentúan por la falta de personal calificado para mantener y reparar las instalaciones de agua y saneamiento. Al tiempo que aumentan las necesidades, estas instalaciones han colapsado en algunas partes de Irak. Así pues, muchos iraquíes ya no pueden abastecerse de agua potable en los servicios públicos. Muchas personas, que se las tienen que arreglar solas, especialmente las más pobres, luchan sin descanso para conseguir lo que les hace falta. Actualmente, en Irak, se estima el salario mensual medio en unos 150 dólares estadounidenses. Puesto que el costo del agua potable es aproximadamente de un dólar por 10 litros, cada familia tiene que gastar por lo menos 50 dólares sólo para abastecerse de agua." Dos de cada tres iraquíes siguen sin tener acceso a agua potable. Los saneamientos (cloacas) están destruidos y colapsados: los brotes de cólera son frecuentes y el rizo se completa con las faltas en el sistema sanitario. El informe de Amnesty Internacional titulado "Irak cinco años después: Matanza y Desesperación" es dramático. Nunca antes se pudo describir en un párrafo la lógica universal del ghetto: "En la actualidad, más de dos tercios de los iraquíes no tienen acceso a agua potable, un número superior al 40% viven con menos de un dólar al día, la mitad de la población en edad laboral no tiene trabajo, y ocho millones de personas necesitan ayuda de emergencia para sobrevivir. Como consecuencia, los sistemas de salud y de educación prácticamente se han desmoronado." El índice desempleo está en un catastrófico 60%; la economía informal y precaria está a la orden del día, incluido el delito como forma de supervivencia. No hablemos de la educación pública: no existe. Sin contar que hay cuatro millones de personas desplazadas en migraciones violentas o forzadas (!el 15% de la población!). Según el ACNUR, alrededor de dos millones de personas viven en Siria y Jordania, mientras al menos otros 2,2 millones están desplazadas internas "dentro" de Irak y viven en condiciones terribles. Amnesty recuerda que los que más sufren son los de siempre, mujeres, personas de la tercera edad y niños: "el porcentaje de niños que sufren malnutrición se elevó del 19% durante el período de sanciones (1991-2003) al 28% en 2007". Unas cifras que acercan a Irak, un pueblo bien alimentado y culto, a un verdadero holocausto generacional. Y la violencia también se ha instalado como modo natural de la ley del ghetto: según fuentes públicas, de 375.000 a un millón de personas desaparecieron en el periodo de 1980 a 2003; según la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para el Irak, 34.452 personas murieron durante 2006 y miles de personas más resultaron heridas. Sólo en enero de 2007, según estimaciones del gobierno iraquí, 1.971 personas murieron violentamente. Oxfam también analiza la catástrofe humanitaria en este aniversario vergonzoso: un informe de 2007 afirma que el 70% de los iraquíes no tienen acceso a agua potable y que el 43% vive con menos de un dólar al día. A cinco años de la entrada de tropas en Baghdad el balance es ignominioso: una política imperial de saqueo, abandono y contención punitiva de los iraquíes que haría empalidecer las políticas planificadas por Hitler si ganaba la Segunda Guerra Mundial. En el quinto año de la victoria a Irak puede aplicarse unas líneas del Informe de la Comisión Kerner sobre los guettos negros norteamericanos: "es la personificación de la vergüenza de nuestra nación, una corporización de su fracaso más profundo y su mayor desafío". (NGV)

Informe de la Cruz Roja Internacional: Irak: no hay tregua en la crisis humanitaria

Informe de Amnesty Internacional: Irak cinco años después: Matanza y Desesperación

Informe Oxfam: Rising to the humanitarian challenge in Iraq

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jueves, 13 de marzo de 2008

Bahía de Cochinos en la Franja de Gaza


La hipocresía del lenguaje democrático de los imperios es conocido por todos los lectores más o menos avezados. La lucha por la democracia mundial, el Eje del Bien, es un slogan de márketing ad usum delphini: donde convienen a nuestros intereses estratégicos lo decimos de verdad y donde no es una cáscara retórica que oculta siempre lo peor. Podemos torturar e incluso sostener dictaduras "democráticas" corruptas hasta la médula persiguiendo abstractos fines libertarios. No será la última vez que un ex alto cargo de la Administración de Bush, de probada fe neocon, denuncia a un medio de comunicación norteamericano que sus jefes se embarcaron en "una guerra sucia para dar la victoria a una dictadura corrupta" de Oriente Próximo. Podrá ser la famosa culpa, el cargo de conciencia o una pequeña venganza personal. El caso es que la denuncia estalló y el personaje en cuestión es David Wurmser, hasta julio de 2007 asesor de Cheney, y la "dictadura corrupta" es nada más ni nada menos que la Autoridad Palestina. Después de no haber digerido la victoria limpia en elecciones democráticas de Hamas en Gaza, la Casa Blanca de Bush comenzó la lenta cocción de una gigantesca y complicada operación que recuerda los grandesa escándalos (y fracasos) de la CIA. Una operación encubierta, mitad al estilo "Irán-contras", mitad "Bahía de Cochinos", que se proponía con medios ilegales, violentos y terroristas desalojar a Hamas del poder legítimo. La revista Vanity Fair ha publicado un largo reportaje – con el significativo título de "The Gaza Bombshell"– en el que detalla con documentos confidenciales de primera mano y fuentes de la Administración el fracaso de los intentos de EEUU por eliminar a Hamás de la ecuación palestina con la colaboración estrecha de dirigentes del corrupto Gobierno de Mahmud Abás. El periodista David Rose revela cómo el Presidente Bush, Condoleezza Rice, y el viceministro de Seguridad Nacional Elliott Abrams, planearon la creación de un cuerpo paramilitar clandestino (entrenado y pertrechado con armas de nueva tecnología, más la parafernalia logísitica estadounidense-israelí), al mando del hombre fuerte del Fatah, Muhammad Dahlan. El objetivo era desatar una sangrienta guerra civil en Gaza, para debilitar al gobierno de Hamás, deslegitimar su posición ante el pueblo palestino y lograr una intervención mediadora internacional. Más o menos con la misma lógica con que Kennedy lo intentó sin éxito en Cuba; más o menos con la misma lógica con la que Reagan lo intentó con éxito contra la Nicaragua sandinista. Todo comenzó, relata Rose, con un capricho democrático abstracto de Bush: por primera vez elecciones libres y limpias en Palestina. No escuchó lo que le decían palestinos de Fatah e israelíes: ¿está loco? ¿dejar que esta gente vote libremente? Igual se preparó todo adecuadamente: una ley electoral que favorecía arbitrariamente a Fatah, trabas burocráticas a Hamás y todas las trampas legales de las democracias occidentales avanzadas. De nada sirvió: con poco más del 44% de los votos, los islamistas obtuvieron una mayoría absoluta arrolladora. Gaza pasó a ser controlada por Hamás, que comenzó a presionar a Israel como nunca lo había hecho el gobierno de Abbas. ¿A quién mierda se le ocurrió esto?, bramaron en el Pentágono. Ya era tarde. Bush reconoció su error a medias: “I don’t know whether you can solve it in a year or not.” Las elecciones ya no importaban un comino: Rice presionó a Abbas para que disolviera el Gobierno dirigido por Hamás y declarara el estado de excepción con alguna excusa orwelliana. Abbas se postró a los pies de EE.UU. pero poco podía hacer. Allí entro el plan de desestabilización de Gaza. Apareció el siniestro personaje de Dahlan (que había sido jefe de policía en al misma Gaza con antecedentes de maltrato y tortura) y el teniente general Keith Dayton prometió a Dahlan 86 millones de dólares para formar una fuerza paramilitar eficiente. El dinero nunca llegó por culpa de las reticencias del Congreso, o sea: por culpa de los controles democráticos. Como en los tiempos del escándalo del "Iran-Contra" –pero aparentemente sin cometer ningún delito– Rice tuvo que dar un rodeo y convencer a varios gobiernos árabes de que adelantaran los fondos y entrenaran a las fuerzas policiales de Fatah. Dahlan no se quedó quieto: lanzó una guerra sucia contra los islamistas en una cadena de asesinatos y represalias que perseguía convertir Gaza en un lugar ingobernable, al mejor estilo "Contras" en Nicaragua. El Departamento de Estado elaboró un plan alternativo, con el poco imaginativo nombre de Plan B, para dar a Abás 15.000 hombres armados con los que definitivamente acabar con el control de Gaza por Hamás. El plan se denominaba en la jerga interna de la seguridad americana como “Iran-contra 2.0”. Todo se derrumbó cuando un humilde diario jordano publico la noticia en primicia. Los dirigentes de Hamás no contaban ya con simples sospechas. No es extraño que prefirieran adelantarse a los acontecimientos y expulsar de Gaza a los verdugos en 2007. Los miembros de Hamás se llevaron durante el putsch contra Fatah carpetas y documentos de uno de los despachos de la Seguridad Preventiva, el principal cuerpo policial en Gaza que dirigía Mohamed Dahlan. Buscaban lo que Hamás dice haber encontrado ya: las pruebas de la estrecha relación de Dahlan y Fatah con la CIA y los servicios de seguridad israelíes. Encontraron el plan "Iran-contra 2.00". Dahlan gastaba fama de ser el hombre de la CIA en Gaza por sus excelentes relaciones con los norteamericanos. Por eso, no resulta extraño que de la casa de Dahlan ya no quede más que las paredes. Sin "Bahía de Cochinos", sin "Contras" en Gaza sólo quedaba una solución: Israel declaró el más inhumanitario bloqueo que se conozca en tiempos de paz.

Link de la noticia original: "The Gaza Bombshell"

Link con audio del periodista David Rose: "To hear David Rose"

Link con las pruebas documentales: "The Proof in the Paper Trial"

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martes, 4 de marzo de 2008

No es País para Pobres: EE.UU. Nº 1 en presos del mundo

¡Uno de cada cien adultos está en la cárcel en los Estados Unidos! El Estado Penal, esa lenta pero segura desviación del desvencijado "Welfare State", es nada más que la acomodación de las formas institucionales a lo que los sociólogos y economistas llaman "postfordismo", una novísima relación entre el capital y el trabajo. El irresistible ascenso del "Penal State" y la retirada del mezquino estado social norteamericano durante las décadas de los setenta, ochenta y noventa (por ejemplo, reflejadas en el aspecto sanitario en el documental "Sicko") se ha traducido en la puesta en vigencia de una política de criminalización de la miseria lisa y llana. Pero la criminalización de las clases trabajadoras más pobres es el complemento indispensable de la imposición del trabajo asalariado precario, intermitente, informal y mal pago. Del trabajo informal y la negación del trabajo (desocupados, ese eufemismo técnico neutro) bajo las relaciones de producción posfordistas. La dimensión carcelaria posmoderna se mueve dentro de una herradura ideológica que va de la prisión al mercado de trabajo calificado, de allí a los organismos de seguridad y de ella de nuevo a la prisión. Se han conocido unos datos escalofriantes sobre la ratio, la relación entre presos y habitantes en la supuesta democracia Nº 1 del mundo occidental. Los Estados Unidos de Norteamérica tienen el triste récord mundial de tener encarcelados por primera vez en la historia, más de un adulto de cada cien. El dato no es de ningún órgano izquierdista trasnochado, faltaba más, sino de un centro de estudio especializado en materia de políticas públicas y estatales, Pew Center of the States. El informe se titula significativamente "One in 100. Behind Bars in America 2008" y en tan sólo 37 páginas y utilizando datos oficiales procedente de cada Estado de la Unión contabilizó que 2.319.258 norteamericanos se encontraban en detención a inicios de 2008, es decir uno de cada 99,1 adultos. O, si se quiere, 750 encarcelados cada 100.000 habitantes. El número de presos, ya sea si la ratio se la calcula per capita o de manera absoluta, es el más elevado de cualquier otra nación, incluyendo a las más pobladas del planeta tales como la India o China que sobrepasa con más de medio millón de presos. En un segundo destacado lugar se encuentra China. Pero en ratio según habitantes la lista de notables se compone de los siguientes países: 2) Rusia (628 presos cada 100.000); 3) Belorusia (426 presos); 4) Georgia (401 presos); 5) Ucrania (345 presos). recién en el puesto número nueve aparece el primer país europeo, Polonia; España no desentona con un honorable y en ascenso lugar dieciocho de la ignominiosa lista. Por supuesto que el informe no busca ningún fin humanitario ni trabajar por los derechos humanos, sino señalar los problemas financieros si se sigue con esta política estatal. Se alerta a las autoridades sobre el gigantesco peso que constituyen las cárceles sobre las finanzas de cada Estado, al señalar como los 50 estados gastaron más de 49 mil millones de dólares en sus respectivos sistemas de prisiones el año pasado, un aumento de unos 11 mil millones de dólares en comparación con 1988. Aumento que no se condice con la tasa de criminalidad. Y es que en el "Penal State" la tasa de delito se desvincula de la tasa de emprisionamiento, una paradoja a primera vista pero que se explica por la nueva relación entre el mercado de trabajo precario y las nuevas formas de ghetto social. La situación se ve aún más absurda cuando se considera que el costo de encarcelación de tantos ciudadanos es seis veces más elevado que el presupuesto nacional para la educación superior. Por ejemplo, cinco estados, Vermont, Michigan, Oregon, Connecticut y Delaware, gastan más en encarcelar y mantener encerrados a ciudadanos por delitos menores (derivados de la teoría neoconservadora "Zero Tolerance") que lo que invierten en educación. El informe además confirma algo que era un secreto a voces: la terrible discriminación racial y sobrerrepresentación en las prisiones de minorias étnicas. AL conservador "Washington Post" sólo le queda por reconocer que las minorías étnicas y los inmigrantes son la carne de cañón del complejo económico-carcelario: "Mientras uno de cada 30 hombres con edades de 24 hasta 34 años están detrás de los barrotes, para los hombres negros de estas mismas edades, el promedio es de uno de cada nueve", precisa el texto. Negros, latinos y sectores decadentes de la vieja clase obrera: esa es la composición social y étnica de las cárceles. La cárcel ha suplido al viejo ghetto como instrumento de encierro de una población considerada como peligrosa, indisciplinada, superflua, tanto en el plano económico (los asiáticos son mucho más dóciles) como político (los negros apenas votan y los latinos están semiclandestinos). El aparato carcelario ocupa un lugar central en el sistema de gobierno neocon de administración autoritaria de la miseria, en el cortocircuito entre mercado de empleo precario, ghettos urbanos y servicios sociales desmantelados. La cárcel es hoy un puntal de la nueva disciplina del trabajo asalariado desocializado, de los nuevos "desafiliados" y de las falsas formas de trabajo autónomo. Y es que el sistema penal posmoderno contribuye a regular directamente los segmentos inferiores del mercado laboral. Se estima que durante la década de los noventa el sistema carcelario ayudó a disminuir en dos puntos en índice de desocupación norteamericano.

Link original de la noticia: Washington Post

Link del Informe en formato .pdf: Pew Center on the States

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sábado, 1 de marzo de 2008

Internet como fuente básica de información libre y alternativa

Internet es la fuente básica de información fidedigna para más de la mitad de los estadounidenses. Así de demoledor. Y además dos tercios se encuentra satisfechos con el nivel de contenidos del periodismo profesional o no que encuentra en la Red. La mitad de los estadounidenses acuden regularmente a Internet como principal fuente de noticias, y el 70% cree que el periodismo tradicional “está fuera de onda”, irremediablemente "out", según una encuesta de Media/Zogby. La encuesta se llevó a cabo a lo largo del mes de febrero de 2008. Lo más impresionante es que estas cifras demuestran un aumento de un 40% en tan sólo un año en cuanto a considerar Internet como fuente básica y principal de noticias. Hay una revolución en la forma de acceder y consumir noticias. Y había otros datos no menos impresionantes: en 2007, el promedio de tiempo on line que un surfista de Internet en los Estados Unidos fue de 15,3 horas semanales. Era de una hora a la semana a inicios de 2006.

Frente a Internet, una tercera parte de los encuestados tiene a la televisión como fuente de noticias, un 11% la radio y un 10% los periódicos. Sin embargo, aunque respondieron que la información periodística era importante en su vida cotidiana, el 64% no estaba satisfecho con la calidad de la misma. Por franja de edades y como era de esperar, los más jóvenes de 18 a 39 años eligen Internet, frente a los mayores de 65 que sigue prefiriendo la televisión. La rotura generacional y la brecha digital es enorme. La "Generation Gap", de enormes consecuencias políticas y culturales, es evidente: sólo el 7% de las personas entre 18 y 29 años dice que obtienen la mayoría de sus noticias de los periódicos tradicionales en papel. Los sites Web son considerados como la fuente más importante de noticias e información, superior a los tradicionales medios de comunicación: el 86% de los estadounidenses dice que los sites Web son una importante fuente de noticias, con más de la mitad (56%), que ven en estos sitios como muy importantes. La mayoría confiesa servirse de la televisión (77%), radio (74%) y los periódicos en papel (70%) como fuentes importantes de noticias. Los blogs alcanzan un porcentaje sorprendente: un 38%. "Por segundo año consecutivo hemos documentado una crisis en el periodismo de América que es mucho más grave para la industria que los propios retos empresariales - o tal vez una consecuencia de ellos" dijo Andrew Nachison, co-fundador de iFOCOS. Pero no sólo en cantidad Internet avasalla el viejo modelo period´sitico sino en calidad y confianza: los sites Web figuran son considerados más confiables como fuentes que los medios de comunicación más tradicionales. Un tercio (32%) dice que los sites de Internet son su fuente más confiable de noticias e información, seguido de periódicos (22%), televisión (21%) y radio (15%). Tres de cada cuatro (75%) afirman que Internet ha tenido un impacto positivo sobre la calidad del periodismo profesional tradicional. A pesar de ello Howard Finberg, del Instituto Poynter, señaló que el gran público desconoce que las principales fuentes de acceso en Internet, como Yahoo! News o Google News, obtienen las noticias de los periódicos, televisión u otros servicios. Además indicó que “el hecho que la información no sea vertida de forma tradicional, no significa que no haya periodismo tradicional bajo ella”. Lo cierto es que viendo los aires de censura y control que se intenta desde los EE.UU. estamos en los inicios de la revolución, la del "Link Journalism", sin intereses económicos o corporativos, sin censura directa o indirecta, sin razones de estado o áreas sensibles y sin autoridad central. Y los ciudadanos lo saben.(NGV)

Link de la noticia original: Reuters

Link de la encuesta sobre información e Internet: Media/Zogby
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